miércoles, 30 de noviembre de 2011

                                               EL  ATAÚT   ENDEMONIADO

         Entonces todas las las personas se pusieron de acuerdo en agarrar el cajón y quemarlo pues asustaria a los a niños del pueblo pero cuando miraron de nuevo al cajón , se dieron con una sorpresa que este ya había desaparecido.Pero que era lo que había pasado, todos se preguntaban eso , pero una persona que de casualidad miraba al cerro vió como el ataút aparecía en el cerro ,entonces todos empezaron a poner gasolina en el lugar e incluso en el ataút , sin que se diera cuenta todo empezó a quemarse y de el cajón salió como un "angel negro" que segun todos decían que el diablo endemoniado...

miércoles, 5 de octubre de 2011

01. Busque el significado de las siguientes palabras e indique la fuente .

- LENGUA:Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana.
- IDIOMA: Lengua de un pueblo o nación, o común a varios.
- LENGUAJE:Conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa o siente.
- LINGÜISTICA: Perteneciente o relativo al lenguaje.
- HABLA:Facultad de hablar.Perder el habla o.Acción de hablar.
- DIALECTO:Sistema lingüístico considerado con relación al grupo de los varios derivados de un tronco común.

02. Encuentre las relaciones y diferencias entre ellas , luego el jerarquise.
Las relaciones entre idioma ylingüistica es que set rata del habla .


HORA :14,11

martes 4 de octubre de 2011

Los micro oganismos

Busque el significado de las siguientes palabras:

BACTERIA:
(Del gr. βακτηρία, bastón).
1. f. Biol. Microorganismo unicelular procarionte, cuyas diversas especies causan las fermentaciones, enfermedades o putrefacción en los seres vivos o en las materias orgánicas.

WIKIPEDIA
Las bacterias son microorganismos unicelulares.Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas, se encuentran en todos los hábitats terrestres y acuáticos

http://es.wikipedia.org/wiki/Bacteria


VIRUS:
(Del lat. virus).
1 m. Biol. Organismo de estructura muy sencilla, compuesto de proteínas y ácidos nucleicos, y capaz de reproducirse solo en el seno de células vivas específicas, utilizando su metabolismo.

WIKIPEDIA

Es una entidad infecciosa microscópica que sólo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos. Los virus infectan todos los tipos de organismos, desde animales y plantas, hasta bacterias y arqueas

http://es.wikipedia.org/wiki/Virus


HONGO:
(Del lat. fungus).
1. m. Planta talofita, sin clorofila, de tamaño muy variado y reproducción preferentemente asexual, por esporas. Es parásita o vive sobre materias orgánicas en descomposición. Su talo, ordinariamente filamentoso y ramificado y conocido con el nombre de micelio, absorbe los principios orgánicos nutritivos que existen en el medio; p. ej., el cornezuelo, la roya, el agárico, etc.

WIKIPEDIA
Los hongos se encuentran en hábitats muy diversos: pueden ser pirófilos (Pholiota carbonaria) o coprófilos (Psilocybe coprophila).

http://es.wikipedia.org/wiki/Hongos


GERMEN:
(Del lat. germen).
1. m. germen patógeno.

WIKIPEDIA
Un microorganismo , también llamado microbio, es un ser vivo que sólo puede visualizarse con el microscopio.

http://es.wikipedia.org/wiki/Germen


BACILO:
(Del lat. bacillum, báculo pequeño).
1. m. Biol. Bacteria en forma de bastoncillo o filamento más o menos largo, recto o encorvado según las especies.

WIKIPEDIA
Los bacilos son bacterias que se encuentran en diferentes ambientes y solo se pueden observar con un microscopio.
Los bacilos se suelen dividir en:
Aunque muchos bacilos son patógenos para el ser humano, algunos no hacen daño, pues son los encargados de producir algunos productos lácteos como el yogurt (lactobacilos).

http://es.wikipedia.org/wiki/Bacilo


AMEBA:
(Del gr. ἀμοιβή, cambio).
1. f. Zool. Protozoo rizópodo cuyo cuerpo carece de cutícula y emite seudópodos incapaces de anastomosarse entre sí. Se conocen numerosas especies, de las que unas son parásitas de animales, otras viven en las aguas dulces o marinas y algunas en la tierra húmeda

martes, 4 de octubre de 2011

CRECIMIENTO DE FE Y ALEGRIA



                                                  Historia Fundacional Fe y Alegría HQ



El colegio Fe y Alegria nos muestra que con valor y esfuerzose pueden hacer muchas cosas.

martes, 27 de septiembre de 2011

PREGUNTAS:

 1. ¿Quiénes son los personajes principales?
2. ¿En dónde se desarrollo el relato?
3. Extrae las palabras desconocidas y/o accede a los significados?
4. ¿Qué pretende explica el autor del relato?

RESPUESTAS:
1. El cachorro y el perro.
2.En la selva.
3.Yo conosco todas.
4.Que de mentiras se generan mas mentiras.
El camarón encantado
de José Martí


Cuento de magia del francés Laboulaye.

Allá por un pueblo del mar Báltico, del lado de Rusia, vivía el pobre Loppi, en un casuco viejo, sin más compañía que su hacha y su mujer. El hacha ¡bueno!; pero la mujer se llamaba Masicas, que quiere decir «fresa agria». Y era agria Masicas de veras, como la fresa silvestre. ¡Vaya un nombre: Masicas! Ella nunca se enojaba, por supuesto, cuando le hacían el gusto, o no la contradecían; pero si se quedaba sin el capricho, era de irse a los bosques por no oírla. Se estaba callada de la mañana a la noche, preparando el regaño, mientras Loppi andaba afuera con el hacha, corta que corta, buscando el pan: y en cuanto entraba Loppi, no paraba de regañarlo, de la noche a la mañana. Porque estaban muy pobres, y cuando la gente no es buena, la pobreza los pone de mal humor. De veras que era pobre la casa de Loppi: las arañas no hacían telas en sus rincones porque no había allí moscas que coger, y dos ratones que entraron extraviados, se murieron de hambre.
Un día estuvo Masicas más buscapleitos que de costumbre, y el buen leñador salió de la casa suspirando, con el morral vacío al hombro: el morral de cuero, donde echaba el pico de pan, o la col, o las papas que le daban de limosna. Era muy de mañanita, y al pasar cerca de un charco vio en la yerba húmeda uno que le pareció animal raro y negruzco, de muchas bocas, como muerto o dormido. Era grande por cierto: era un enorme camarón. «¡Al saco el camarón!: con esta cena le vuelve el juicio a esa hambrona de Masicas; ¿quién sabe lo que dice cuando tiene hambre?»Y echó el camarón en el saco.
Pero ¿qué tiene Loppi, que da un salto atrás, que le tiembla la barba, que se pone pálido? Del fondo del saco salió una voz tristísima: el camarón le estaba hablando:
-Párate, amigo, párate, y déjame ir. Yo soy el más viejo de los camarones: más de un siglo tengo yo: ¿qué vas a hacer con este carapacho duro? Sé bueno conmigo, como tú quieres que sean buenos contigo.
-Perdóname, camaroncito, que yo te dejaría ir; pero mi mujer está esperando su cena, y si le digo que encontré el camarón mayor del mundo, y que lo dejé escapar, esta noche sé yo a lo que suena un palo de escoba cuando se lo rompe su mujer a uno en las costillas.
-Y ¿por qué se lo has de decir a tu mujer?
-¡Ay, camaroncito!: eso me dices tú porque no sabes quién es Masicas. Masicas es una gran persona, que lo lleva a uno por la nariz, y uno se deja llevar: Masicas me vuelve del revés, y me saca todo lo que tengo en el corazón: Masicas sabe mucho.
-Pues mira, leñador, que yo no soy camarón como parezco, sino una maga de mucho poder, y si me oyes, tu mujer se contentará, y si no me oyes, toda la vida te has de arrepentir.
-Tú contenta a Masicas, y yo te dejaré ir, que por gusto a nadie le hago daño.
-Dime qué pescado le gusta más a tu mujer.
-Pues el que haya, camarón, que los pobres no escogen: lo que has de hacer es que no vuelva yo con el morral vacío.
-Pues ponme en la yerba, mete en el charco tu morral abierto, y di: «¡Peces, al morral!»
Y tantos peces entraron en el morral que casi se le iba Loppi de las manos. Las manos le bailaban a Loppi del asombro.
-Ya ves, leñador-le dijo el camarón,-que no soy desagradecido. Ven acá todas las mañanas, y en cuanto digas: «¡Al morral, peces!» tendrás el morral lleno, de los peces colorados, de los peces de plata, de los peces amarillos. Y si quieres algo más, ven y dime así:
«Camaroncito duro,
Sácame del apuro»:

y yo saldré, y veré lo que puedo hacer por ti. Pero mira, ten juicio, y no le digas a tu mujer lo que ha sucedido hoy.
-Probaré, señora maga, probaré-dijo el leñador; y puso en la yerba con mucho cuidado el camarón milagroso, que se metió de un salto en el agua.
Iba como la pluma Loppi, de vuelta a su casa. El morral no le pesaba, pero lo puso en el suelo antes de llegar a la puerta, porque ya no podía más de la curiosidad. Y empezaron los peces a saltar, primero un lucio como de una vara, luego una carpa, radiante como el oro, luego dos truchas, y un mundo de meros. Masicas abrazó a Loppi, y lo volvió a abrazar, y le dijo: «¡leñadorcito mío!»
-Ya ves, ya ves, Loppi, lo que nos sucede por haber oído a tu mujer y salir temprano a buscar fortuna. Anda a la huerta, anda, y tráeme unos ajos y cebollas, y tráeme unas setas: anda, anda al monte, leñadorcito, que te voy a hacer una sopa que no la come el rey. Y la carpa la asaremos: ni un regidor va a comer mejor que nosotros.
Y fue muy buena por cierto la comida, porque Masicas no hacía sino lo que quería Loppi, y Loppi estaba pensando en cuando la conoció, que era como una rosa fina, y no le hablaba del miedo. Pero al otro día no le hizo Masicas tantas fiestas al morral de pescados. Y al otro, se puso a hablar sola. Y el sábado, le sacó la lengua en cuanto lo vio venir. Y el domingo, se le fue encima a Loppi, que volvía con su morral a cuestas.
-¡Mal marido, mal hombre, mal compañero! ¡que me vas a matar a pescado! ¡que de verte el morral me da el alma vueltas!
-Y ¿qué quieres que te traiga, pues?-dijo el pobre Loppi.
-Pues lo que comen todas las mujeres de los leñadores honrados: una sopa buena y un trozo de tocino.
«Con tal-pensó Loppi-que la maga me quiera hacer este favor.»
Y al otro día a la mañanita fue al charco, y se puso a dar voces:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro:

y el agua se movió, y salió una boca negra, y luego otra boca, y luego la cabeza, con dos ojos grandes que resplandecían.
-¿Qué quiere el leñador?
-Para mí, nada; nada para mí, camaroncito: ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino.
-Pues tendrá lo que quiere tu mujer-respondió el camarón.-Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: «¡Sopa, aparece: aparece, tocino!»Y verás que aparecen. Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca.
-Probaré, señora maga, probaré-dijo Loppi, suspirando.
Como una ardilla, como una paloma, como un cordero estuvo al otro día en la mesa Masicas, que comió sopa dos veces, y tocino tres, y luego abrazó a Loppi, y lo llamó: «Loppi de mi corazón».
Pero a la semana justa, en cuanto vio en la mesa el tocino y la sopa, se puso colorada de la ira, y le dijo a Loppi con los puños alzados:
-¿Hasta cuándo me has de atormentar, mal marido, mal compañero, mal hombre? ¿que una mujer como yo ha de vivir con caldo y manteca?
-Pero ¿qué quieres, amor mío, qué quieres?
-Pues quiero una buena comida, mal marido: un ganso asado, y unos pasteles para postres.
En toda la noche no cerró Loppi los ojos, pensando en el amanecer, y en los puños alzados de Masicas, que le parecieron un ganso cada uno. Y a paso de moribundo se fue arrimando al charco a los claros del día. Y las voces que daba parecían hilos, por lo tristes, por lo delgadas:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

-¿Qué quiere el leñador?
-Para mí, nada: ¿qué he de querer yo? Pero ya mi mujer se está cansando del tocino y la sopa. Yo no, yo no me canso, señora maga. Pero mi mujer se ha cansado, y quiere algo ligero, así como un gansito asado, así como unos pastelitos.
-Pues vuélvete a tu casa, leñador, y no tienes que venir cuando tu mujer quiera cambiar de comida, sino pedírselo a la mesa, que yo le mandaré a la mesa que se lo sirva.
En un salto llegó Loppi a su casa, e iba riendo por el camino, y tirando por el aire el sombrero. Llena estaba ya la mem de platos, cuando él llegó, con cucharas de hierro, y tenedores de tres puntas, y una jarra de estaño: y el ganso con papas, y un pudín de ciruelas. Hasta un frasco de anisete había en la mesa, con su forro de paja.
Pero Masicas estaba pensativa. Y a Loppi ¿quién le daba todo aquello? Ella quería saber: «¡Dímelo, Loppi!»Y Loppi se lo dijo, cuando ya no quedaba del anisete más que el forro de paja, y estaba Masicas más dulce que el anís. Pero ella prometió no decírselo a nadie: no había una vecina en doce leguas a la redonda.
A los pocos días, una tarde que Masicas había estado muy melosa, le contó a Loppi muchos cuentos y le acabó así el discurso:
-Pero, Loppi mío, ya tú no piensas en tu mujercita: comer, es verdad, come mejor que la reina; pero tu mujercita anda en trapos, Loppi, como la mujer de un pordiosero. Anda, Loppi, anda, que la maga no te tendrá a mal que quieras vestir bien a tu mujercita.
A Loppi le pareció que Masicas tenía mucha razón, y que no estaba bien sentarse a aquella mesa de lujo con el vestido tan pobre. Pero la voz se le resistía cuando a la mañanita llamó al camarón encantado:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

El camarón entero sacó el cuerpo del agua.
-¿Qué quiere el leñador?
-Para mí, nada; ¿qué puedo yo querer? Pero mi mujer está triste, señora maga, porque se ve tan mal vestida, y quiere que su señoría me dé poder para tenerla con traje de señora.
El camarón se echó a reír, y estuvo riendo un rato, y luego dijo a Loppi: «Vuélvete a casa, leñador, que tu mujer tendrá lo que desea.»
-¡Oh, señor camarón! ¡oh. señora maga! ¡déjeme que le bese la patica izquierda, la que está del lado del corazón! ¡déjeme que se la bese!
Y se fue cantando un canto que le había oído a un pájaro dorado que le daba vueltas a una rosa: y cuando entró a su casa vio a una bella señora, y la saludó hasta los pies; y la señora se echó a reír, porque era Masicas, su linda Masicas, que estaba como un sol de la hermosura. Y se tomaron los dos de la mano, y bailaron en redondo, y se pusieron a dar brincos.
A los pocos días Masicas estaba pálida, como quien no duerme, y con los ojos colorados, como de mucho llorar. «Y dime, Loppi», le decía una tarde, con un pañuelo de encaje en la mano: «¿de qué me sirve tener tan buen vestido sin un espejo donde mirarme, ni una vecina que me pueda ver, ni más casa que este casuco? Loppi, dile a la maga que esto no puede ser.»Y lloraba Masicas, y se secaba los ojos colorados con su pañuelo de encaje: «Dile, Loppi, a la maga que me dé un castillo hermoso, y no le pediré nada más.»
-¡Masicas, tú estás loca! Tira de la cuerda y se reventará.
Conténtate, mujer, con lo que tienes, que si no, la maga te castigará por ambiciosa.
-¡Loppi, nunca serás más que un zascandil! ¡El que habla con miedo se queda sin lo que desea! Háblale a la maga como un hombre. Háblale, que yo estoy aquí para lo que suceda.
Y el pobre Loppi volvió al charco, como con piernas postizas. Iba temblando todo él. ¿Y si el camarón se cansaba de tanto pedirle, y le quitaba cuanto le dio? ¿Y si Masicas lo dejaba sin pelo si volvía sin el castillo? Llamó muy quedito:
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

-¿Qué quiere el leñador?-dijo el camarón, saliendo del agua poco a poco.
-Nada para mí: ¿qué más podría yo querer? Pero mi mujer no está contenta y me tiene en tortura, señora maga, con tantos deseos.
-¿Y qué quiere la señora, que ya no va a parar de querer?
-Pues una casa, señora maga, un castillito, un castillo. Quiere ser princesa del castillo, y no volverá a pedir nada más.
-Leñador-dijo el camarón, con una voz que Loppi no le conocía:-tu mujer tendrá lo que desea.-Y desapareció en el agua de repente.
A Loppi le costó mucho trabajo llegar a su casa, porque estaba cambiado todo el país, y en vez de matorrales había ganados y siembras hermosas, y en medio de todo una casa muy rica con un jardín lleno de flores. Una princesa bajó a saludarlo a la puerta del jardín, con un vestido de plata. Y la princesa le dio la mano. Era Masicas: «Ahora sí, Loppi, que soy dichosa. Eres muy bueno, Loppi. La maga es muy buena.»Y Loppi se echó a llorar de alegría.
Vivía Masicas con todo el lujo de su señorío. Los barones y las baronesas se disputaban el honor de visitarla: el gobernador no daba orden sin saber si le parecía bien: no había en todo el país quien tuviera un castillo más opulento, ni coches con más oro, ni caballos más finos. Sus vacas eran inglesas, sus perros de San Bernardo, sus gallinas de Guinea, sus faisanes de Terán, sus cabras eran suizas. ¿Qué le faltaba a Masicas, que estaba siempre tan llena de pesar? Se lo dijo a Loppi, apoyando en su hombro la cabeza. Masicas quería algo más. Quería ser reina Masicas:«¿No ves que para reina he nacido yo? ¿No ves, Loppi mío, que tú mismo me das siempre la razón, aunque eres más terco que una mula? Ya no puedo esperar, Loppi. Dile a la maga que quiero ser reina.»
Loppi no quería ser rey. Almorzaba bien, comía mejor; ¿a qué los trabajos de mandar a los hombres? Pero cuando Masicas decía a querer, no había más remedio que ir al charco. Y al charco fue al salir el sol, limpiándose los sudores, y con la sangre a medio helar. Llegó. Llamó.
Camaroncito duro,
Sácame del apuro.

Vio salir del agua las dos bocas negras. Oyó que le decían «¿qué quiere el leñador?»pero no tenía fuerzas para dar su recado. Al fin dijo tartamudeando:
-Para mí, nada: ¿qué pudiera yo pedir? Pero se ha cansado mi mujer de ser princesa.
-¿Y qué quiere ahora ser la mujer del leñador?
-¡Ay, señora maga!: reina quiere ser.
-¿Reina no más? Me salvaste la vida, y tu mujer tendrá lo que desea. ¡Salud, marido de la reina!
Y cuando Loppi volvió a su casa, el castillo era un palacio, y Masica tenía puesta la corona. Los lacayos, los pajes, los chambelanes, con sus medias de seda y sus casaquines, iban detrás de la reina Masicas, cargándole la cola.
Y Loppi almorzó contento, y bebió en copa tallada su anisete más fino, seguro de que Masicas tenía ya cuanto podía tener. Y dos meses estuvo almorzando pechugas de faisán con vinos olorosos, y paseando por el jardín con su capa de armiño y su sombrero de plumas, hasta que un día vino un chambelán de casaca carmesí con botones de topacio, a decirle que la reina lo quería ver, sentada en su trono de oro.
-Estoy cansada de ser reina, Loppi. Estoy cansada de que todos estos hombres me mientan y me adulen. Quiero gobernar a hombres libres. Ve a ver a la maga por última vez. Ve: dile lo que quiero.
-Pero ¿qué quieres entonces, infeliz? ¿Quieres reinar en el cielo donde están los soles y las estrellas, y ser dueña del mundo?
-Que vayas te digo, y le digas a la maga que quiero reinar en el cielo, y ser dueña del mundo.
-Que no voy, te digo, a pedirle a la maga semejante locura.
-Soy tu reina, Loppi, y vas a ver a la maga, o mando que te corten la cabeza.
-Voy, mi reina, voy.-Y se echó al brazo el manto de armiño, y salió corriendo por aquellos jardines, con su sombrero de plumas. Iba como si le corrieran detrás, alzando los brazos, arrodillándose en el suelo, golpeándose la casaca bordada de colores: «¡Tal vez-pensaba Loppi-tal vez el camarón tenga piedad de mí!» Y lo llamó desde la orilla, con voz como un gemido:
¡Camaroncito duro,
Sácame del apuro!

Nadie respondió. Ni una hoja se movió. Volvió a llamar, con la voz como un soplo.
-¿Qué quiere el leñador?-respondió otra voz terrible.
-Para mí, nada: ¿qué he de querer para mí? Pero la reina, mi mujer, quiere que le diga a la señora maga su último deseo: el último, señora maga.
-¿Qué quiere ahora la mujer del leñador?
Loppi, espantado, cayó de rodillas.
-¡Perdón, señora, perdón! ¡Quiere reinar en el cielo, y ser dueña del mundo!
El camarón dio una vuelta en redondo, que le sacó al agua espuma, y se fue sobre Loppi, con las bocas abiertas:
-¡A tu rincón, imbécil, a tu rincón! ¡los maridos cobardes hacen a las mujeres locas! ¡abajo el palacio, abajo el castillo, abajo la corona! ¡A tu casuca con tu mujer, marido cobarde! ¡A tu casuca con el morral vacío!
Y se hundió en el agua, que silbó como cuando mojan un hierro caliente.
Loppi se tendió en la yerba, como herido de un rayo. Cuando se levantó, no tenía en la cabeza el sombrero de plumas, ni llevaba al brazo el manto de armiño, ni vestía la casaca bordada de colores. El camino era oscuro, y matorral, como antes. Membrillos empolvados y pinos enfermos eran la única arboleda. El suelo era, como antes, de pozos y pantanos. Cargaba a la espalda su morral vacío. Iba, sin saber que iba, mirando a la tierra.
Y de pronto sintió que le apretaban el cuello dos manos feroces.
-¿Estás aquí, monstruo? ¿Estás aquí, mal marido? ¡Me has arruinado, mal compañero! ¡Muere a mis manos, mal hombre!
-¡Masicas, que te lastimas! ¡Oye a tu Loppi, Masicas!
Pero las venas de la garganta de la mujer se hincharon, y reventaron, y cayó muerta, muerta de la furia. Loppi se sentó a sus pies, le compuso los harapos sobre el cuerpo, y le puso de almohada el morral vacío. Por la mañana, cuando salió el sol, Loppi estaba tendido junto a Masicas, muerto.



"EL CACHORRO Y EL TIGRE"

Un cachorro, perdido en la selva, vió un tigre corriendo en su dirección. Comenzó entonces a pensar rápido, para ver si se le ocurría alguna idea que le salvase del tigre. Entonces vió unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos.
Cuando el tigre estaba casi para atacarle, el cachorro dijo en alto:
- ¡Ah, este tigre que acabo de comer estaba delicioso!
El tigre, entonces, paró bruscamente y, muerto de miedo, dió media vuelta y huyó despavorido mientras pensaba para sí:
- ¡Menudo cachorro feroz! ¡Por poco me come a mi también!
Un mono que había visto todo, fue detrás del tigre y le contó cómo había sido engañado por el cachorro. El tigre se puso furioso y dijo:
- ¡Maldito cachorro! ¡Ahora me la vas a pagar!
El cachorro, entonces, vió que el tigre se aproximaba rápidamente a por él, con el mono sentado encima, y pensó:
- ¡Ah, mono traidor! ¿Y qué hago ahora?
Comenzó a pensar y de repente se le ocurrió una idea: se puso de espaldas al tigre y cuando éste llegó y estaba preparado para darle el primer zarpazo, el cachorro dijo en voz alta:
- ¡Será perezoso el mono! ¡Hace una hora que le mandé para que me trajese otro tigre y todavía no ha vuelto!

sábado, 23 de julio de 2011

La verdadera historia de Macchu Picchu

jueves 26 de febrero de 2009



Había escuchado solo versiones muy generales sobre la historia de Macchu Picchu, puros "se cree que" y cosas por el estilo. Y justo recibí un mail de Sonia, ariqueña casada con diplomático peruano, que me manda una interesante presentación con una versión bastante detallada de la historia que resumo a continuación:

MACHU PIQCHU, Su real historia

Muy pocos conocen la auténtica historia de ésta maravilla humana debido a que estuvo oculto a la vista de las personas hasta el siglo XX y la mayoría de los cronistas de los ss. de la conquista no lo mencionaron ni recibieron información alguna sobre su existencia.

Es un error muy común atribuir al Inka Pachakuteq, hijo de Wiraqocha, la construcción de Machupicchu.

La construcción de ésta hermosa ciudadela Inka en el cerro empinado, que hoy conocemos como Machupicchu, fue durante el apogeo del Inka Wiraqocha , octavo rey del Cuzco. El Inka ordenó la construcción en dicho cerro de un hermoso palacio, templos para el dios Sol y la diosa Luna y numerosas casas para albergar a sus bellas mujeres (Aqllakuna), similares a los que existían en el Cuzco. Por su semejanza con la ciudad del Cuzco los pobladores lo denominaron “El pequeño Cuzco”. (Uchuy Qosqo)

Machupicchu cumplía, sin lugar a dudas, una función específica: ser el lugar favorito del Inka Wiraqocha para su descanso y recreación. Existían hermosos lugares especialmente acondicionados para llevar a cabo actividades de recreación: deporte, caza, teatro,danzas, etc. Posiblemente casas para las mujeres del Inka: (Aqllawasi)

Llegó a su máximo esplendor durante el reinado del Inka Wiraqocha, quien gobernó el Cusco como un rey bondadoso, manso y querido por sus súbditos. Su decadencia se inicia cuando el Inka Wiraqocha huye cobardemente, abandonando el Cusco ante la invasión militar del poderoso Estado Chanka, comandado por un ambicioso rey llamado Uscovilca, y se refugia en esta ciudadela convertida desde entonces en su residencia permanente

Kusi, uno de los hijos menores de Wiraqocha, sin oír los consejos de su padre, quien le pedía someterse humildemente a los Chankas, hace frente al ejército invasor y lo derrota en sendas y sangrientas batallas. Desde ese momento Kusi Yupanki, asume virtualmente el poder, crea su propio ejército y el Consejo Real de Wiraqocha se somete a él.

Mientras se desarrollaba la batalla entre Inkas y Chankas, Wiraqocha observaba, desde su lugar de recreo, convertido temporalmente en su refugio, con mucha tristeza la invasión Chanka a su territorio. El lugar en el que Wiraqocha se refugió ante el ataque Chanka fue denominado como “El mirador de la tristeza” (Llaki qawana).

En la actualidad los cuzqueños lo denominan “Lugar de donde se mira el rayo” (Kaqya qawana). El joven triunfador ofreció con humildad el botín de guerra a su padre Wiraqocha quien con desprecio respondió que su hijo y sucesor Urko, un ebrio empedernido y depravado sexual, debía recibir dicho botín. Kusi Yupanqui, ofendido por el desplante de su padre, expresó con indignación: "que él no había ganado victoria para que se lo pisasen semejantes mujeres como eran Ynga Urco y los demás sus hermanos"

Resentido por el desplante que su padre le había hecho Kusi Yupanki volvió al Cuzco para consolidar su poder y dedicarse a la reconstrucción y embellecimiento de la ciudad. Pero también planificó en secreto la muerte de su principal rival: su hermano Urko. Hecho que se llevó a cabo poco tiempo después. Wiraqocha fuertemente conmovido y triste por el asesinato de su querido hijo Urko decidió quedarse para siempre en su ciudadela y no ver más a su joven y victorioso hijo Kusi Yupanki, a quién odiaba en lo mas profundo de su ser.

Solamente una hábil estrategia de su Consejo Real hizo salir a Wiraqocha de su refugio para visitar el Cuzco: Le dijeron que su hijo Kusi lo invitaba para que observe personalmente la transformación que se había realizado en su principal ciudad. Una vez en el Cuzco, Wiraqocha aún sorprendido por la victoria de su hijo ante los Chankas, resignado ya por la muerte de su hijo preferido y sucesor Urko y admirado por el poder alcanzado por su despreciado hijo, al ver la gran transformación de la ciudad del Cuzco, llamó a su hijo Kusi: “Transformador del mundo” (Pachakuteq).

Kusi no quiso esperar mas tiempo para convertirse en rey y rápidamente arrancó la borla de la cabeza de su padre y se la colocó el mismo, haciéndose reconocer desde ese momento como rey absoluto adoptando el apelativo que su padre le había dado : PACHAKUTEQ. Humilló vilmente a su padre haciéndolo arrodillarse frente a él y ordenándole beber gran cantidad de chicha inmunda. Finalmente lo desterró a vivir hasta su muerte en su “centro de esparcimiento”, ahora convertido en su morada de tristeza y desamparo. El Inka Pachakuteq comenzaba así hacer conocer su auténtica personalidad de rey déspota, cruel y vengativo.

Luego de haber padecido diez años de soledad el rey Wiraqocha falleció. Su hijo Pachakuteq ordenó, en desprecio a su padre, el total despoblamiento y abandono de la ciudadela llamada Llaki qawana (Que hoy conocemos como Machupicchu). Desde entonces se inicio el deterioro de sus hermosas edificaciones siendo paulatinamente cubierto por una densa vegetación. Sólo quedaría en la memoria de algunos de sus pobladores quienes lo fueron transmitiendo sigilosamente a su descendientes como una lejana y triste realidad.

En 1900 un campesino local llamado Agustín Lizárraga se atrevió a visitar las ruinas quedando profundamente impresionado por la grandiosidad de sus edificaciones. Pero no se atrevió a dar a conocer su descubrimiento durante diez años, por temor a ser considerado loco o ser castigado por develar un secreto de Estado.

Finalmente, el año de 1911 el explorador norteamericano Hiram Bingham, profesor de la Universidad de Yale, fue informado por el campesino Lizárraga de la existencia de la ciudadela Inka, perdida en un cerro llamado Machupicchu y guiado hasta dicho sitio. Su sorpresa fue inmensa e inmediatamente se adjudicó el descubrimiento y lo comunicó orgullosamente a su sede. Seguidamente se apropió de gran cantidad de los tesoros que halló (más de 5000 piezas) y lo envió y/o llevó a los EE.UU. Hoy las autoridades peruanas están tratando de recuperar ese valioso patrimonio histórico del Perú.

El documental está basado en los libros: "Pachakuteq: Historia Secreta de un Inka Rey" y "Los reyes inkas del Perú” del autor Julio Valdivia Carrasco

Del autor del documental

Julio Valdivia Carrasco. Nació en Ayacucho - Perú, el año de 1941. Ejerció la docencia universitaria en varias universidades del Perú entre ellas la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue uno de los fundadores de la Facultad de Ciencias Histórico - Sociales y Educación de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo de Lambayeque, donde ejerció el Decanato de dicha Facultad. Retirado ya de la docencia en la actualidad prosigue sus investigaciones en el campo de la filosofía, las ciencias sociales y la historia.

martes, 17 de mayo de 2011

Textos sobre la lucha de la independencia 

1781. 18 de mayo. En la plaza principal del Cusco es ejecutado José Gabriel Condorcanqui. Al rebelde José Gabriel “se le sacó la lengua el verdugo, y despojado de los grillos y esposas, lo pusieron en el suelo, le ataron a las manos y pies cuatro lazos, y asidos estos a la cincha de cuatro caballos, tiraban cuatro mestizos a cuatro distintas partes: -espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad. No sé si porque los caballos no fueren muy fuertes, o el indio (sic) en realidad fuese de fierro, no pudieron absolutamente dividirlo, después de un largo rato lo tuvieron tironeando, de modo que le tenían en el aire, en un estado que parecía una araña. Tanto que el Visitador, movido de compasión, porque no padeciese más aquel infeliz despachó de la Compañía (desde donde dirigía la ejecución) una orden, mandándole cortase el verdugo la cabeza, como se ejecutó. Después se condujo el cuerpo debajo de la horca, donde se le sacaron los brazos y los pies. Esto mismo se ejecutó con la mujer, y a los demás se les sacaron las cabezas para dirigirlas a diversos pueblos. Los cuerpos de (José Gabriel Condorcanqui) y de (su mujer, Micaela Bastidas) se llevaron a Picchu, donde estaba formada una hoguera, en la que fueron arrojados y reducidos a cenizas, las que se arrojaron al aire, y al riachuelo que por allí corre (…).
            El suplicio infinito, que hiela la sangre, tornó la figura legendaria del gran combatiente humanista, en la del más grande mártir de todos los tiempos (…) Amó profundamente a los hombres y se dolió de sus sufrimientos; por eso se alzó, y a su paso no dejó obraje sin hombres libres, ni prisiones con hombres justos. Abolió los repartimientos, la mita y la servidumbre humillante, y conjuró a todos los hombres que habían nacido en estas tierras a que con su esfuerzo se construyeran un país mejor”. (Roel: 368).
1781. 13 de noviembre. Es ejecutado Túpac Catari, en la plaza principal de La Paz, por el delito de buscar     la    libertad de sus hermanos de sangre. Su sentencia condenatoria dice:
            Condeno a Julián Apaza alias “Túpac Catari, en pena ordinaria de muerte y último suplicio y en su conformidad usando de las facultades privativas del Superior Gobierno de Buenos Aires, que me están trasmisas por esta Comandancia General, mando que sacado de la prisión donde se halla arrastrado a la cola de un caballo con una soga de esparto al cuello, una media, corosa o gorreta de cuero, y que a voz de pregonero se publique sus delitos a la plaza de este santuario, en que deberá estar la tropa tendida con las armas de su majestad, y convocarse (a) los indios concurrentes de las provincias, de modo que antes de la ejecución se les explique por mí lo agradable que será ésta a Dios y al Rey como propia de la Justicia y del beneficio y sosiego de ellos mismos, para que así se repare cualquier conturbación y recelo que pueda haber.
            Y que asido por unas cuerdas robustas, sea descuartizado por cuatro caballos que gobernaran los de la provincia de Tucumán, hasta que naturalmente muera y (luego) sea transferida su cabeza a la ciudad de La Paz, para que fijada sobre la horca de la plaza mayor y puesto de Quillquilli, donde tuvo la audacia de fijar la suya y sitiar los pedreros, para batirla bajo de la correspondiente custodia se queme después de tiempo y se arrojen las cenizas al aire. La mano derecha en una picota y con un rótulo correspondiente a su pueblo de Ayo Ayo, después al de Sica Sica, donde se practique lo mismo; la (mano izquierda) al pueblo capital de Abacachi en igual conformidad; para lo mismo la pierna derecha a los Yungas, y cabecera de Chulumani, y la otra (pierna izquierda) al de Caquiabiri de la de Pacajes, para lo propio y por lo respectivo a los bienes que se han hallado y pueden hallar declárese, se deben confiscar para la Cámara sin perjuicio de tercero, y conforme la naturaleza y calidad de sus delitos de infame, aleve, traidor, sedicioso, asesino y hombre feroz y monstruo de la humanidad en sus inclinaciones y costumbres, abominables y horribles, y por esta sentencia definitivamente. Juzgado así, lo pronuncio, mando y firmo, con expresa condenación de costos que se pagarán inmediatamente al actuario. Francisco Thadeo Diez de Medina” (Roel; 370-371).
1783. Entre febrero y abril, es capturado Diego Cristóbal Túpac Amaru, todos sus familiares cercanos y lejanos son apresados, y asesinados, según sentencia que reproducimos:
            Condenamos a Diego Cristóbal Túpac Amaru, a pena de muerte y la justicia que se manda hacer es, que sea sacado de la cárcel donde se halla preso, arrastrado de la cola de una bestia de alabarda, llevando soga de esparto al pescuezo, atados pies y manos, con voz de pregonero que manifieste su delito: siendo conducido en esta forma por las calles públicas al lugar del suplicio, en el que, junto a la horca estará dispuesta una hoguera con sus grandes tenazas, para que allí, a vista del público, sea atenazado y después colgado por el pescuezo, y ahorcado hasta que muera naturalmente, sin que de allí le quite persona alguna sin nuestra licencia, bajo la misma pena: siendo después descuartizado su cuerpo, llevada la cabeza al pueblo de Tungasuca, un brazo a Lauramarca, el otro (brazo) al pueblo de Carabaya; una pierna a Paucartambo, otra (pierna) a Calca, y el resto del cuerpo puesto en una picota en el camino de la Caja del Agua de esta ciudad, quedando confiscados todos sus bienes para la Cámara de su majestad, y sus casas serán arrasadas y saladas, practicándose esta diligencia por el Corregidor de la provincia de Tinta” (Roel 370).
1814. 18 de octubre. La Real Sala del Crimen de Lima condena a Zela, “a diez años de destierro en el presidio del castillo del Morro de La Habana, para que sirva en las obras de su majestad y públicas, a ración y sin sueldo, cumplidos los cuales no pueda volver al reino del Perú, (bajo) pena de la vida”
1815.  17 de mayo. Mateo Pumacahua es ahorcado en el pueblo de Sicuani (Cusco). Se le cortó la cabeza para ser exhibida en la plaza mayor del Cusco; un brazo se envió a Arequipa y el otro quedó en Sicuani, el resto de su cuerpo se echó a la hoguera.

lunes, 9 de mayo de 2011

La gallina come cebiche

La abuelita mordio al boxer

el niño golpeo al campeón mundial de karáte

elementos del mapa conceptual

 Elmapa conceptual es un organizador                 que permite           a traves de la rreconstrucion del testo
elementos del mapa conceptual
.                                                   Es un sustantivo es la imagen mental de algolos.los conceptos siempre se                                                se escriben dentro delrectangulo.dos conceptos no pueden repetirce jamas
(p)
c)rectangulo oelipce.es un grafico en su color se coloca su conce

d)palabras de enlace.se escribe con letras minusculas ,fuera del rectangulo o elipce.debe estar a lado de la flecha de enlace. las palabras de enlace sirve

e)propocision.es la union de 2conceptos a traves de la flecha de enlace y palabra de enlace

E
f

miércoles, 4 de mayo de 2011

poema masa

poema:
                      MASA                         
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
Y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
Con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
Le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporose lentamente,
si Abrazó al primer hombre; echóse a andar.
el perro

EL PERRO

ELPERRO

Un carnicero estaba a punto de cerrar su negocio cuando vio entrar a un perro. Trató de espantarlo, pero el perro volvió. Nuevamente intentó espantarlo, pero entonces se dio cuenta
que el animal traía un sobre en el hocico. Curioso el carnicero abrió el sobre y en su interior encontró un billete de 200 soles y una nota que decía:
    Por favor, podría mandarme con el perro un kilo de carne molida de res y medio kilo de pierna de cerdo.
    Asombrado, el carnicero tomó el dinero, colocó la carne molida y la pierna de cerdo en una bolsa y puso la bolsa junto al perro, pero olvidó darle el cambio al perro.
    El perro empezó a gruñir y a mostrarle los colmillos. Al darse cuenta de su error, el carnicero puso el cambio del billete en la bolsa; el perro se calmó, cogió la bolsa en el hocico y salió del establecimiento.
    El carnicero, impresionado, decidió seguir al can y cerró inmediatamente su negocio. El animal bajó por la calle hasta el primer semáforo, donde se sentó en la acera y aguardó para poder cruzar.
    Luego atravesó la calle y camino hasta un paradero de buses, con el carnicero siguiéndole de cerca.
    En el paradero, cuando vio que era el bús correcto, subió seguido por el carnicero. El carnicero, boquiabierto, observó que el can erguido sobre las patas traseras, tocó el timbre para descender,
siempre con la bolsa en el hocico.
    Perro y carnicero caminaron por la calle hasta que el animal se detuvo en una casa, donde puso lo que había comprado junto a la puerta y, retirándose un poco, se lanzó contra esta, golpeándola fuerte.
    Repitió la acción varias veces, pero nadie respondió en la casa. En el colmo del asombro, el carnicero vio al perro tomar la bolsa con el hocico, rodear la casa, saltar una cerca y dirigirse a una ventana.
    Una vez allí, tocó con las patas en el vidrio varias veces sin soltar la bolsa; luego regresó a la puerta.
    En ese momento, un hombre abrió la puerta... y comenzó a golpear al perro. El carnicero corrió hasta el hombre para impedirlo, diciéndole:
    -Por Dios, amigo ¿qué es lo que está haciendo? ¡Su perro es un genio!.... ¡Es único!
    El hombre, evidentemente molesto, respondió:
    -Que genio ni qué coño!
    ¡Esta es la segunda vez en esta semana que al muy estupido se le olvidan las llaves... y yo en el baño.
Moraleja: por más que te esfuerces y cumplas más allá de tu deber en el trabajo, a los ojos de un jefe siempre estarás por debajo de lo que el quiere. (anónimo).